Ana se guindó (Microrelato)
La fachada de la casa estaba recién pintada. El
friso era irregular, apenas salpicado de cemento e había elegido el color
verde. Había unas franjas en mampostería que iban de piso a techo y otras
horizontales a lo ancho de la fachada, apenas una. En los
cuadros que se forman en los sitios donde se unen las franjas había un trébol
de 4 hojas en relieve.
Una puerta de dos hojas a la derecha de la fachada
casi tan alta como la pared. Eran dos inmensas piezas de madera que solo se
podían cerrar por dentro. Unos pocos metros a la derecha una ventana que da
hacia el cuarto principal, el primero en el orden de la sucesión de cuartos que
conforman la casa.
La ventana estaba abierta. Se veían dos pies descalzos
y el borde inferior de un largo vestido blanco colgando en el aire moviéndose
como un leve temblor por frío. Unos pocos minutos después dejaron de moverse.
Nadie se había percatado aún de lo ocurrido.
Un niño, vio la escena desde de la calle. Entendió lo
ocurrido y corrió en la dirección opuesta hacia donde iba inicialmente, entró a
una casa vecina. Inmediatamente salió una señora con un delantal y una toalla
de cocina en una de sus manos. Corrió hacia la ventana, contempló con estupor
la escena. Se llevó la mano con la toalla a la boca como para no gritar.
Golpeó la puerta de la casa. Nadie contestaba. Empujó la
puerta pero no cedió. Pasó frente a la ventana sin ver hacia adentro de la
habitación para ir a la casa que estaba justo a la izquierda de la casa verde.
Una fachada similar, pero con friso liso y de color azul oscuro que tenía la
puerta abierta.
Una vez dentro de la casa, habló. Más que hablar gritó
a una sala vacía.
- ¡Ana se guindó!
No obtuvo respuesta.
- ¡Comadre! Ana se guindó.
Salió una señora en una indumentaria casi similar a excepción
de que la toalla de cocina era mas grande.
- ¿Cómo, mujer? ¿Te volviste loca?
- ¿Cómo que loca, Ramona? Anda y ve.
- ¿Qué es lo que voy a ver?
- Que Ana se guindó en el cuarto.
Ramona, salió a la calle, cruzó a la derecha, sin ver
por la ventana donde estaban los pies colgando trato de entrar a la casa. La
puerta seguía cerrada por dentro.
Se asoma a la ventana y ve con estupor el cuerpo de
una mujer vestida de novia colgando de una soga.
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