El paradigma y el poder (III)

Francois Quesnay-Fisiócrata

L´ Ecole Militaire

En el plano organizacional inspiró todo el sistema educativo de la Francia post-revolucionaria al fundar instituciones que estaban relacionadas con otras en función de la especialización del conocimiento en cada una de ellas. Según Gillespie (1980) citado por Jones (1993):

Los [p]uristas dirán que sólo como consecuencia de estos cambios producidos primero en Francia y después en otros países llega a tener sentido hablar de "científicos" y de la "ciencia", en cuanto personas dedicadas profesionalmente a cultivar las disciplinas modernas, de modo especial la física y la biología, con su moderno conjunto de especialidades y problemas.

A su juicio, existe consenso entre conocedores de la materia acerca de la condición pionera del sistema educativo francés en la construcción de la formalización y sistematización de éste tipo de conocimiento. Todo esto fue consecuencia de políticas adoptadas previas a la Revolución que según Jones (1993) fueron las siguientes:

         1.- El establecimiento en la década iniciada en 1750 de l'Ecole Militaire y once écoles militaires" tributarias", para niños de edades comprendidas entre 11 y 15 años.
2.- La segunda iniciativa consistió en el establecimiento de la agrégation en el Louis-le-Grand, en 1766.
3.-  El establecimiento de l'Ecole Polytechnique, en París, en 1794.

La primera tenía el objetivo de captar jóvenes con habilidades y destrezas necesarias para la milicia y estandarizaba la educación impartida en la misma a través de exámenes comunes a todas las instituciones para garantizar que todos los jóvenes recibieran los mismos contenidos y clasificarlos en función de su rendimiento así como también evaluaban la calidad de los profesores que los impartían.
La segunda institución estaba orientada a la formación de docentes con unos criterios estrictos de formación, prosecución y culminación de la carrera, por último las escuelas politécnicas o de aplicación a la cual se ingresaba a través de pruebas de admisión, al egresar pasaban a formar parte de la red pública de organizaciones de apoyo al estado que requerían de sus conocimientos de acuerdo a su área de formación según Jones (1993):      

Su fama se fundaba en que era la primera institución educativa que disponía de laboratorios de investigación construidos con ese fin y la primera también dedicada a la enseñanza de las ciencias como tales y no como complementos de otras materias. Es menos conocido que fue una de las primeras instituciones educativas que introdujeron un sistema de calificación cuantitativa para sus exámenes.

Existe entonces un paralelismo entre la fisiología como ciencia, como noción de sistema, la fisiocracia como teoría para la explicación de los fenómenos económicos y toma de decisiones de Estado y la organización hasta el punto que uno de los fundadores del denominado Socialismo utópico; Henri Saint-Simon expresaba que la fisiología era el único fundamento sólido sobre el que se podía construir una teoría social, por lo tanto existe una conexión clara entre el poder enfocado en la educación y el saber imperante en la sociedad, que en su evolución hacia la época contemporánea aún mantiene la base pues parte de organismos que han sufrido muy pocas variaciones.
Toda teoría social o modelo de funcionamiento de procesos parte de la noción de sistema, que a su vez proviene de la fisiología, la noción de crisis sirve para identificar una discontinuidad en el funcionamiento del sistema lo cual es utilizado por la ciencia médica estableciendo una relación evidente entre el paradigma positivista y el cualitativo.
La discusión entre la existencia de uno o de otro jamás terminará, lo que si es necesario es combatir el “engavetamiento” pues somete al aislamiento a un sector importante que tiene mucho que aportar al acervo científico de la humanidad. Taylor y Bogdan (1986) citados por Meza (2013) consideran que:

…en las ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas teóricas principales: la positivista que busca los hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados subjetivos de las personas y la fenomenológica que quiere entender los fenómenos sociales desde la perspectiva propia de los actores.Otros autores (Colas y Buendía, 1994, Carr y Kemmis, 1985, entre otros) incluyen una tercera opción denominada crítica.   

Las escuelas de las distintas disciplinas que conforman las ciencias sociales suelen ser etiquetadas con las mismas denominaciones, en las aulas existen docentes que se inscriben dentro de uno u otro, unos lo asumen abiertamente, otros no lo expresan. El positivismo o cuantitativo formula un modelo de funcionamiento de la realidad, identifica las variables que intervienen en ella, pondera cuales tienen mayor y menor influencia en el resultado final, se centra en las que mas pesan en el resultado, las estudia y de allí extrae conclusiones en un ambiente aséptico donde la subjetividad no cabe para la toma de decisiones si lo que se busca es transformar la realidad imperante dentro de un marco social dado y no modificable, las otras cada quién dentro de su lenguaje y propósitos estudian el objeto a partir de la apreciación subjetiva considera los aspectos humanos y emotivos implícitos en medio de la complejidad de la tensión inevitable en la dualidad entre Eros y Tánatos en una escenario donde todos son sospechosos pues sus decisiones están mediatizadas por los intereses que están presentes en cada instancia o etapa del proceso, sugiere la ruptura y sustitución del andamiaje creado para promover los intereses particulares anteriores por otro donde se tome en cuenta otros intereses.

 En todo esto hay puntos en común: Intereses. El interés del consumidor en maximizar su utilidad con el ingreso real disponible, el del productor de maximizar el beneficio, el de los grupos excluidos en que el estado desarrolle políticas que promuevan la participación, el del Estado en conseguir el bien común según el criterio auto-impuesto. Ni la asepsia absoluta del investigador, del consumidor, del productor, del oprimido existen, ni resulta posible personalizar cada fenómeno pues la tensión permanente entre el Yo, el Ello y el Superyó tienen ponderaciones distintas en cada persona y no son mensurables a simple vista siendo necesarios estudios específicos para establecerlo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El modelo pedagógico-humanista-tecnológico y sus desafíos

¿Viste la luna anoche?

Cuando te digan que me fuí