El deber ser
Auguste Comte |
A Auguste Comte, en esa búsqueda
incesante de padres que suele tener la ciencia; se le atribuye la paternidad de
una ciencia social como la Sociología. La idea original era la de crear la
Física Social, bajo la inspiración de las ciencias básicas llamadas por muchos
las tres “marías”: Matemática, Física y Química, por otros “las ciencias duras”
por necesitar de teoremas, demostraciones y experimentos para poder demostrar
las hipótesis que el ejercicio de las mismas formulan. La Física Social tenía
por objetivo para decirlo de forma sencilla de establecer una relación
funcional entre ciertas variables para explicar el comportamiento de los
conglomerados humanos identificables por rasgos comunes, una ecuación
gigantesca que al afectar una de los parámetros que la componen de un resultado
que permita predecir lo que ocurrirá con el fin de prepararse para ello. Tales
ideas, resultan deleznables a la vista de la cultura populista mundial por
responder a unos intereses de clases que según ellos, solo buscan prolongar la
dominación de una clase opulenta que aplasta a una depauperada por un modo de
producción injusto y explica la situación mas no crea los mecanismos para romper
con el esquema de dominación lo cual si ofrece el “ser”; es decir, una alternativa
al “deber ser” que suprime el verbo “Debe” que
no es poca cosa. Suprimir el “debe” implica que quién ostenta el Poder
le impone al resto su visión de la realidad quitándole a la sociedad lo mas preciado
que es la libertad de escoger su propio camino a través de un marco legal
administrado por instituciones que lo hagan cumplir que permita la expresión de
la sociedad y en la búsqueda incesante de una utopía, de inventar, soñar, crear
que de a las nuevas generaciones la posibilidad de cambiar de opinión, por el
contrario la somete al ostracismo, al
anacronismo y a la barbarie que ella trae convirtiendo a la sociedad en una
máquina productora de pobres como se puede apreciar en la tragedia venezolana.
No hay duda de que un rasgo determinante en la sociedad latinoamericana
contemporánea es la desigualdad rampante, sin embargo, es un producto mas de la
cultura generada en estos años de vida de éstas “repúblicas aéreas” (Como las
denominó Simón Rodríguez) que por los defectos de un capitalismo disfuncional.
Ponerle punto y final a ésta tragedia es una tarea harto complicada, la visión
normativa propia de los gobiernos totalitarios de cualquier lado establece que
poco importan los resultados mientras se permanezca en el poder por cualquier
vía utilizando las leyes a su propio arbitrio, cercenando el sistema de
incentivos que rige la conducta de consumidores y productores para hacer creer
que su sola presencia por los siglos de los siglos evita la explotación del
hombre por el hombre.
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