DE LO TACITO A LO EXPLICITO


Cornelio Tácito (en latín: Cornelius Tacitus; c. 55 – 120) fue un historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio romano.
Marco Claudio Tácito (c. 200 - junio de 276) fue emperador de Roma entre los años 275 y 276.
Tácito, ta. (Del lat. tacĭtus, part. pas. de tacēre, callar). 1. adj. Callado, silencioso. 2. adj. Que no se entiende, percibe, oye o dice formalmente, sino que se supone e infiere.
Tacitus: Silencio (Traducción del latín al español según el servicio de traducción de google)
Explícito, ta.(Del lat. explicĭtus). 1. adj. Que expresa clara y determinadamente una cosa.
Explicitus: Fácil (Traducción del latín al español según el servicio de traducción de google)
Un maestro de primaria de escuela pública de provincia venezolana, solía usar ese término que resultaba por demás extraño tanto por su sonido como por el significado. El maestro aludía a un historiador y funcionario del Imperio Romano, lo cual para la lógica del funcionamiento de la mentalidad del conjunto de párvulos que le servía de audiencia resultaba sorprendente ya que hacía suponer que la vida y obra del personaje en cuestión fue tan relevante que hasta un vocablo acuñado en un idioma tiene. Por otro lado, la palabra explícito suele estar presente en muchas creaciones de la cultura pop. No es escaso el material que en su presentación como producto advierte que el contenido de lo exhibido contiene material explícito y su exhibición está vedada para menores de edad ó personas de naturaleza emocional sensible. Al buscar la traducción literal en el servicio ya mencionado el significado es: Fácil. Es decir, vamos del silencio a lo fácil y aparentemente no hay ninguna relación con la notoriedad de la existencia del historiador y  funcionario romano descendiente de otro Tácito que es descrito como un efímero ocupante del cargo de Emperador, quién por cierto promocionaba la obra del primero.
Mas allá de las consideraciones de tipo semántico, el hecho cierto es que se aceptan los apellidos de tácito y explícito para el nombre de conocimiento. Distintos planos con dificultades para comunicarse, lo cual no es un problema menor ni nuevo. El mérito de Nonake y Takeuchi está en haberlo puesto en la palestra de la cultura corporativa para la discusión y estudio del proceso de creación de conocimiento mas espectacular de la historia de la humanidad en el que la tecnología; conocimiento explícito puro ha marcado la vida de las sociedades y potenciado el mayor crecimiento económico que ha rebasado con creces el alcance de la Revolución Industrial.
En Venezuela, en el siglo XIX, un destacado humanista llamado Cecilio Acosta escribió una obra que puede calificarse sin dudas como significativa denominada “Cosas sabidas y por saberse” en la cual plantea las dificultades para el estado de cosas de aquel momento para hacer la traspaso de lo tácito a lo explícito. En primer lugar, cuestiona la utilidad de la formación educativa de la época. Empieza cuestionando la direccionalidad del proceso educativo en todos sus niveles, del básico escribe:
“La enseñanza debe ir de abajo para arriba, y no al revés, como se usa entre nosotros, porque no llega a su fin, que es la difusión de las luces. La naturaleza, que sabe más que la sociedad, y que debe ser guía, da a cada nombre, en general, las dotes que le habitan para los menesteres sociales relacionados con su existencia: para ser padre de familia, ciudadano o industrial; y de aquí la necesidad de la instrucción elemental, que fecunda esas dotes, y la especie de milagro que se nota en su fomento. Es una deuda que es preciso satisfacer, y que además, cuesta muy poco.”

Luego continúa  con el nivel medio expresando:

“Pero el talento especulativo, las facultades sintéticas, el genio es de muy pocos: el estadista, el mecánico trascendental, el poeta, el orador, el médico de combinaciones, el calculador que ve en los números las relaciones, el naturalista que sorprende en los hechos las leyes, se cuentan con los dedos, y puede decirse en cierto modo (por lo que hace a la inspiración e intuición) que nacen ya sabidos. La enseñanza secundaria nada da cuando no hay germen, parezca esto paradoja: cuando lo hay hace sobre él el efecto de la lluvia, que coopera sin crear.”

Y remata en tono sombrío acerca del nivel superior:

  “….por contraposición, un Cuerpo científico como el nuestro, puramente reglamentario, con más formalidades que sustancia, con preguntas por único sistema, con respuestas como único ejercicio; un Cuerpo en que las cátedras se proveen solo por votos, sin conceder al público una partecita de criterio; en que se recibe el título, y no se deja en cambio nada; en que no quedan, como pocas y honrosas excepciones, trabajos científicos, como cosecha de lucubraciones, y en que le tiempo mide, y el diploma caracteriza, ¿no te parece una fábrica, más bien que un gimnasio de académicos? Agrega ahora, que de ordinario se aprende lo que fue en lugar de lo que es; que el Cuerpo va por un lado, y el mundo va por otro; que una Universidad que no es el reflejo del progreso, es un cadáver que sólo se mueve por las andas; agrega, en fin, que las profesiones son sedentarias e improductivas, y tendrás el completo cuadro.”

En resumen, Acosta cuestionaba la falta de formación ciudadana en el nivel básico de educación,  del nivel medio establece que hereda la falencia del básico y que además no promueve la creatividad y que al pasar el nivel universitario el educando termina con una profesión improductiva, con pocas posibilidades de crear  ahogado por una institucionalidad burocrática y protocolar que limita la investigación con criterio de calidad base fundamental para la creación del conocimiento aplicado. Acosta leía constantemente acerca de los avances científicos que habían hecho posible la creación del ferrocarril, la producción industrial en masa, el fin de la penumbra nocturna con la llegada del alumbrado público y entendía que para poder entrar en ésta marea de avances era necesario potenciar el conocimiento aplicado para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.  En todas las instancias apreció hay una profunda desconexión entre lo tácito y lo explícito. Los problemas de la gestión del conocimiento son universales y solo han evolucionado de acuerdo al devenir de los tiempos.
     Nonaka y Takeuchi han hecho un aporte capital a la cultura corporativa sobre la cual se ha basado el desarrollo de la tecnología que ha modificado la vida de las sociedades. La telefonía móvil sin la que muchos no conciben la vida por las facilidades que provee para la misma, las aplicaciones en la transmisión de datos, documentos, fotos para facilitar la movilidad y aumentar la velocidad en la toma de decisiones   desarrolladas  para las empresas que luego se extendieron al resto de la población, la TV satelital y la digital que permite plenar el espectro de señales de canales especializados que promueven el cambio desde los aspectos como las necesidades básicas tales como la alimentación y el vestido hasta aspectos mas complejos como la difusión de la información financiera y de los avances científicos, la creación de la red de redes y de las redes sociales que permite identificar grupos de afinidad en lugares lejanos entre sí que se convierten en nichos de mercado susceptibles de recibir mensajes con el mismo contenido para hacerles conocer un producto nuevo, los avances en robótica que permite la sustitución de trabajadores por equipos capaces de trabajar en jornadas mas extensas, con mayor precisión y a menor costo.

Japón a pesar de las dificultades para implementar una política económica que le permita dinamizar la actividad económica sigue a la vanguardia tecnológica en la creación de mas herramientas para la automatización de procesos industriales y hasta de servicios con mínima participación del ser humano lo cual resulta una necesidad dado el proceso de envejecimiento de la población derivado de la disminución de la fertilidad y el aumento de la edad promedio en sus súbditos. Todo esto tiene consecuencias tan interesantes como preocupantes para el porvenir de la humanidad

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