Latinoamérica, la cultura del poder y la integración

Nuestro continente representa una identidad cultural diversa, mas allá de la conexión de un idioma común. Si bien es cierto que la extensión de cada unidad administrativa en que lo dividió la metrópoli española complicaba la integración (aparte de ser una idea poco elaborada para la época) el objetivo de esa división era el de hacer lo mas eficiente posible el envío de las riquezas provenientes del subsuelo al continente europeo para llenar las arcas de la monarquía española y difundir los recursos para adquirir mercaderías de Inglaterra, Francia y Alemania; países que desarrollaron una maquinaria industrial de gran alcance, solo en 1821 la delirante imaginación de Simón Bolívar se le ocurrió promover la integración pero con un objetivo mas político que económico, como lo era el de hacer frente a la creciente influencia de los Estados Unidos. Era lógico que Bolívar se enfocara en lo político pues económicamente aún se vivía bajo el paradigma del mercantilismo, la subregión no tenía gran cosa que ofrecer mas que materias primas y bienes de escaso valor agregado a pesar que atrás el filósofo escocés David Hume argumentaba de manera sólida en contra de éste paradigma. Luego de esa iniciativa, América Latina se enfrascó en la lucha por el poder. El país mas extenso; Brasil estaba muy influenciado por los acaudalados dueños de las plantaciones de café, cacao y de esclavos que sustentaran el rudo trabajo en éstos lugares contra el que luchó tenazmente el poco nombrado y casi tristemente célebre Irineu Evangelista de Souza Vizconde de Maua quién tuvo el atrevimiento de colocar en manos del entonces Emperador de Brasil Don José II una pala para dar inicio a las obras de instalación de un ferrocarril, aún siendo ésta de oro el orgullo del linaje fué tomado como una afrenta que posteriormente le saldría muy costoso al irreverente emprendedor. Otra joya de la corona: México tuvo una historia turbulenta llena de muerte a la que pretendió ponérsele coto con el ofrecimiento a un noble europeo Maximiliano de Habsburgo de la corona del Imperio Mexicano con el apoyo de Luis Carlos Napoleón Bonaparte mejor conocido como Napoleón III, quién ciertamente se tomó muy en serio su trabajo tanto que dio la vida por el al ser fusilado en Querétaro con dos de sus mas leales generales en 1867 mientras su abnegada esposa Carlota de Bélgica hija del Rey Leopoldo I deambulaba por Europa solicitando ayuda de las Casas Reales del continente ante la inminencia de un desenlace fatal.
Venezuela fue víctima de luchas intestinas por el poder, mientras un adolescente nacido y educado en Estados Unidos puede recitar en orden la sucesión de Presidentes de su país incluso los de la época de la Guerra de secesión los nuestros tienen un hoyo que va desde la muerte del Libertador hasta la llegada al poder de Cipriano Castro seguido por Juan Vicente Gómez quién falleció en el poder en 1935.
Durante todo ese período histórico caracterizado por la inestabilidad política no se hablaba de integración y menos aún para los dictadores en los que terminaba desembocando dicha inestabilidad a quienes no les interesa ya que disminuye su poder político pues unas cuantas decisiones quedan en manos de organismos suprarregionales de representación popular y los aranceles comunes externos, la moneda común  los obligan a someterse a la disciplina fiscal todo esto aderezado por una estructural rigidez de la oferta exportable en la que predominan las materias primas y los productos de escaso valor agregado para obtener un volumen de divisas insuficientes para importar los mismos bienes  ya transformados y por ende con un mayor valor; tal situación dio origen a la denominada Teoría de la Dependencia que propone la conformación de economías cerradas con barreras arancelarias que permitan la sustitución de importaciones que desarrolle una estructura industrial con un mercado cautivo e incapaz de competir por si solo en el mercado internacional sin los subsidios fiscales, créditos blandos y privilegios institucionales de un Estado fuertemente endeudado que posterga indefinidamente el ajuste en la tasa de cambio y la necesaria reforma fiscal.
El agotamiento del modelo ya descrito impuso la necesidad de los denominados programas de ajuste estructural el cual viene acompañado de la noción de crecimiento hacia afuera con su consecuente la apertura comercial. Por lo tanto el proceso de integración latinoamericana tiene 3 momentos históricos, el primero relacionado con la iniciativa del Congreso Anfictiónico de Panamá promovido por el Libertador Simón Bolívar, el segundo con la creación del SELA en los años setenta siendo Venezuela una isla de democracia representativa en medio de un océano de dictaduras y con un vecino en medio de una guerra civil, el tercero con tres “raíces” uno derivado del agotamiento del modelo centro-periferia, basado en el abatimiento de las barreras arancelarias y un arancel externo común entre los países socios del ALCA, en medio de éste otro creado por simple oposición al anterior que agrupa a países ideológicamente afines como la denominada ALBA y un tercero que agrupa a países ubicados en el extremo sur del continente conformado por países como Brasil y Argentina cuyas economías resultan muy grandes con respecto a los otros dos Paraguay y Uruguay, por lo tanto la relación resulta asimétrica.
La experiencia del  proceso de integración mas avanzado conocido hasta la actualidad como es el de la Unión Europea se basa en la unificación de criterios y la simplificación de procesos y criterios que se mantienen en el tiempo, mas allá de los cambios políticos propios de una sociedad democrática la estructura medular de las políticas de integración se mantiene incólume, haciendo la comparación con los tres procesos paralelos existentes en nuestro continente el reto es compaginar intereses que trascienden lo comercial en medio de cambios institucionales que reivindican la inclusión a partir de políticas fiscales expansivas y promocionan el cambio de paradigma de democracias representativas por democracias con enfoques alternativos.
Que hacer? Difícil respuesta. En primer lugar unificar criterios para el acercamiento a través de la identificación de aquellos elementos en común que permitan acuerdos en el menor plazo posible, luego trabajar en función de las asimetrías existentes con el objetivo de atenuarlas en la medida de lo posible con planes y objetivos a mediano y largo plazo. Esperar que por efecto del péndulo político aquellos países con gobiernos de tendencia no-representativa en el poder cambien de enfoque es factible pero sus resultados se verían luego de un plazo muy largo bajo el supuesto de que estos no terminen extendiéndose modificando la tendencia globalizante a la representativa; de ocurrir esto y haciendo un ejercicio de imaginación el énfasis en el proceso de pondrá en lo político en abierta oposición al poder del vecino mas acaudalado del vecindario quién en no pocas ocasiones suele dar muestras de su carácter pasando lo económico a un plano menor pues el modelo de crecimiento endógeno financiado por la primavera de precios altos de las materias primas de los principales productos de exportación permite en principio la expansión del gasto fiscal a corto plazo hasta que llega el precio de éstos deja de crecer y en algún momento empiece a bajar como consecuencia de una recesión en las locomotoras de la economía global por lo que la historia de los programas de ajuste estructural de los años noventa vuelva a repetirse en aquellos países donde cambie la tendencia política o se postergue indefinidamente utilizando medidas de control administrativo que acaben con los incentivos de los particulares para producir pasando a ser el Estado el principal oferente de los bienes y servicios necesarios para la subsistencia de la sociedad

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