An introduction to Syd Barret

Tal vez el espectáculo mas extraordinario conocido por los cultores del rock es aquel que parece reservado a grandes ciudades y de pocas exposiciones por su altísimo costo de producción y por ende de sus respectivos tickets como es el caso de The Wall de Roger Waters. Tal espectáculo está inspirado en un álbum que causó y aún causa furor del mismo nombre ejecutado magistralmente por Pink Floyd. Dicha banda pasó por un interesante y complejo proceso de formación cuyo eje fue un joven de Cambridge, England (sic) llamado Syd Barret. Syd Barret era ese tipo de personas que parecían hacerlo todo bien, fué quién bautizó el grupo tomando los nombre de un par de músicos asociados con el blues como Pink Anderson y Floyd Council, fué de los pioneros de la guitarra rítmica dentro de esa manifestación cultural de masas que es el rock al que le inyectó ese sonido psicodélico de los primeros años de la banda y que fue inspiración para todo un movimiento alrededor del término.

Barret era un excelente ejecutante de la guitarra, un pintor con un estilo propio, además de actor, todas éstas actividades desarrolladas en su fase alumno en Cambridge High School donde conoce a Roger Waters y luego funda la banda junto con Bob Klose, , Nick Mason y Rick Wright en 1965 y permaneció en ella hasta 1968 apenas debido al abuso de alúcinogenos que a causas y azares del destino entrando en una suerte de depresión de la cual no pudo salir de ahí su desaparición de los escenarios. No se presentaba a las reuniones y ensayos, tenía un comportamiento errático y en alguna ocasión pasó horas y horas ejecutando sin cesar el mismo acorde y repitiendo tal acción en medio de un concierto, razón por la cual terminó siendo sustituido por otro notable músico llamado David Gilmour ya que el show no podía detenerse, había un público que exigía su presencia y acción. Luego de aquel concierto que la banda ofrecería en la Universidad de Southampton en la que el resto de los integrantes decidió no pasar por el se decretó de manera oficial su salida de la legendaria banda, dos años después trató de presentarse por cuenta propia en algún teatro londinense tal presentación duró menos de media hora debido a la repentina huida de Roger Keith Barret (Su nombre de pila) del escenario. Después del abandona del que fue víctima se vió muy pocas veces con sus anteriores compañeros de banda quienes le rindieron un homenaje a su aporte en la canción ¨Shine on you crazy diamond¨ escrita por quién asumió la responsabilidad creativa de Los Floyd: Roger Waters. Quién había sido un polifacético, talentoso y apuesto artista se había convertido en una especie de personaje de alma extenuada, que pasaba su tiempo entre la pintura y la jardinería, buscando la prensa pedaleando su bicicleta (Vehículo al que le escribió una canción llamada ¨Bike¨) y la vida le alcanzó para ver el documental que la mismísima BBC le dedicó. Syd Barret, evidentemente no soportó la celebridad. Su lenguaje gestual en las entrevistas para medios audiovisuales revelaba cierta incomodidad, sin embargo respondió con coherencia a la feroz crítica que llegó a hacerle un presentador de TV acerca de la estridencia de su música a lo que respondió (palabras mas, palabras menos) que era una necesidad debido a que se habían convertido en una banda que tocaba en grandes escenarios tal timidez no le impidió grabarse un video en el que se veía bajo los efectos de ingestión de dosis de LSD. Existen pocos testimonios gráficos de su apariencia en los últimos años de su vida, a mitad de su paso por ésta dimensión se le describe tal cual lucía Bob Geldolf en la película de Alan Parker ya mencionada anteriormente. Durante un tiempo vivió en un apartamento alquilado rodeado de guitarras, caballetes, pinceles, paletas, un colchón en el piso en medio de un conjunto de muebles austeros por las inmediaciones de una zona londinense llamada Earl´s Court. Aceras que un día pude caminar pensando en su atormentada existencia, fugaz para el público, agotada prematuramente para alguien nacido en un país caracterizado por un alta esperanza de vida al nacer y celebrada por genios musicales como Paul Mc Cartney, Roger Waters y Brian Eno.