Riesgo, rendimiento y el ciclo económico

La incertidumbre siempre ha existido. La ciencia nos ha provisto de una serie de instrumentos que permiten medirlo y de allí se sabe el riesgo implícito en la toma de decisiones. El entorno es cambiante y las opciones de inversión lucen cada vez más limitadas en los actuales momentos en nuestro país, sin embargo las condiciones pudieran cambiar y tal vez, algún día se entenderá la necesidad del uso de fondos particulares para el financiamiento de empresas más allá de los bancos como una opción que permita democratizar el capital y ser un país de propietarios.
La economía de cualquier país pasa por las distintas fases del ciclo económico de allí la necesidad de que el administrador de fondos sepa percibir en qué momento termina una fase y empieza otra para cambiar la estrategia de cartera que mezcle instrumentos de renta variable que generen dividendos en función del desempeño del emisor e instrumentos de renta fija que generen el mayor rendimiento y el menor riesgo en correspondencia con las expectativas generadas en los clientes los cuáles tienen diversos grados de aversión al riesgo. En años de expansión económica los resultados de las empresas en promedio suelen mejorar en unas más que en otras dependiendo de la calidad y la causa del crecimiento; en años de recesión económica los inversionistas suelen ser más conservadores. Si el crecimiento está basado en la promoción de la inversión privada los fondos se utilizan mas en financiar aumentos de la capacidad productiva de las empresas, si está basado en la expansión del gasto público los fondos se dirigirán en apalancar la inversión pública adicional y a aquellas empresas orientadas a la construcción de infraestructura de uso público. De allí la importancia de saber diferenciar las variaciones de los niveles de riesgo en función del entorno. Tal diferenciación que pudiera parecer abstracta y cargada de dilemas propios de personas acaudaladas o empresas con exceso de fondos también es importante también para gente común que trabajan en condiciones de dependencia o cuyo modo de vida depende negocios pequeños que generan un rendimiento que a duras penas le permite subsistir y decidir si continuar con el mismo o buscarse un empleo con remuneración fija. En la vida solemos encontrarnos con encrucijadas optar por el camino correcto depende de la sensatez, la experiencia previa y la capacidad de adaptar la formación que cada quién tiene a la situación planteada.

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