La evolución de la hiperinflación
La inflación es como el agua: Está en todos los
países, en unos mas que en otros de acuerdo a su geografía y ubicación en el
mapamundi; esto, a simple vista no tiene mayor relación con el porcentaje de la
variación del índice de precios al consumidor salvo por un elemento que alude a
uno de los estados de la materia mencionados como lo es la liquidez, es decir
que ésta tiene una relación directa con el aumento de la inflación: A mayor
liquidez en relación a la cantidad de bienes y servicios disponibles mayor
nivel de inflación.
La inflación no es un concepto inamovible,
evoluciona; para no abusar de la generosidad del lector que se toma unos
minuticos de su valioso tiempo para leer éstas accidentadas letras me
concretaré a comentar acerca de la hiperinflación, la cual no es mas que la
inflación que aumenta muy por encima del nivel de los valores de los países que
forman parte del concierto internacional. En términos numéricos, el valor
aludido en la mayoría de estos oscila actualmente entre el 3 y el 10%; naciones cuyos ciudadanos vivieron en carne
propia tasas de inflación del 8.170,5% como en Bolivia en 1985 ó 7.649,60% en
Perú durante 1990 sin mencionar los casos de Argentina y de Brasil para no
prolongar la extensión de éste breve comentario. En cualquier país esas tasas
del indicador resultan atroces para el bolsillo de los ciudadanos. En Bolivia y
Perú, duraron 5 y 10 años respectivamente, el problema fué resuelto luego de la
implementación de planes de estabilización económica que alcanzaron el objetivo
deseado de disminuirla drásticamente para estar hoy en el intervalo ya
expresado y acompañadas por una sólida tendencia de crecimiento económico.
Angel García Banchs (2015), destacado
economista venezolano en uno de sus artículos publicados por el blog de
noticias runrunes.com expresa: “al menos la hiperinflación definida formalmente
en términos de Philip Cagan, 12.875% al año, o un 50% mensual por no menos de
12 meses, ni tampoco 100% anual por 3 años seguidos”, de tal manera que si nos
ceñimos a la primera definición de manera estricta ninguno de los casos
aludidos calificaría como tal, acercándose mas a la segunda acepción del
concepto en relación a lo vivido en los hermanos países bolivarianos, en
nuestro caso (Venezuela) la tercera conceptualización sería la que corresponde.
Sin embargo; el rango expresado en la cita es muy amplio y su indicador de contraste como lo es la
inflación en otros países era un tanto mas elevada de lo que hoy conocemos ya
que el remedio de la inflación era conocido pero los gobiernos eran reacios a
utilizarlos debido a las implicaciones que trae renunciar a la promesa básica
que el electorado compró al votar por ellos de forma mayoritaria y suficiente
como para estar habilitados constitucionalmente para tomar las riendas de uno
de los poderes del Estado. Ahora, en la actual coyuntura; Suramérica es una
zona libre de hiperinflación siendo Venezuela una mancha debido a que
experimenta un crecimiento alto y sostenido del nivel de precios por la ausencia de una política económica que
tenga como objetivo contenerla, además
se pone en discusión el concepto de hiperinflación que en mi criterio debe
revisarse pues en relación al desempeño de otras economías; la inflación
tomando como referencia la diferencia de guarismos entre los países vecinos y
la de nuestro país (de la cual no se disponen datos oficiales provenientes del
INE o del BCV) puede catalogarse como tal; es decir, el concepto ha
evolucionado pues mientras antes el marcador era mas alto y extendido en la
región, luego de los exitosos programas de estabilización dejó de ser un problema
para localizarse en un solo país que lamentablemente es el nuestro. La
hiperinflación suele terminar con un cambio de gobierno que expulsa a los
responsables del poder ejecutivo y en base al principio de alternabilidad asume
la nueva administración un plan de ajuste, en Venezuela aún falta algo para las
elecciones y a juzgar por los resultados de los últimos 16 años, la alternabilidad y la separación de poderes
dejó de ser un principio para el electorado por lo que debemos convivir con
éste flagelo que terminará de liquidar los cuestionables “logros sociales” que
una autodenominada revolución se atribuye dejando a la sociedad en peor situación
económica a la heredada por ella en 1998. 16 años para despilfarrar mil millones
de millones de dólares y quedar igual haciendo que una generación pierda parte
importante de su vida o huya del país buscando la oportunidad de mejorar las
condiciones en que las viven
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